Durante la reunión con la USCIRF, una agencia del gobierno federal de Estados Unidos, se habló de las actividades destructivas generalizadas de las organizaciones anticulto y sus agentes en varios países, destacando el daño que han causado a miles de millones de personas. En la conversación también se abordaron los aspectos escandalosos e ilegales de las actividades de las organizaciones anticulto que han quedado impunes durante los últimos 30 años.