Reseña analítica de las actividades del Movimiento Internacional Social ALLATRA

Jeque Dr. Rafa Halabi, de la comunidad drusa en el Monte Carmelo en Israel
Director de la oficina de Jerusalén de la Organización Internacional para los Derechos Humanos y la Protección de las Libertades Públicas y presidente de la Organización de Capitanes-Caballeros Eminentes del Mundo Islámico.
Introducción
Honorables colegas, damas y caballeros, amigos. Hoy quisiera dirigirme a ustedes con una declaración importante que, según mi más profunda convicción, debe ser pronunciada precisamente ahora. Deseo compartir con ustedes mis observaciones y conclusiones sobre un fenómeno que, estoy firmemente convencido, no es simplemente importante, sino clave para nuestro futuro común. Se trata de una reflexión sobre el mayor desafío de nuestro tiempo y sobre cómo la humanidad, en el nivel más profundo y ciudadano, ya ha comenzado a responder a él.
Como persona cuya vida, por voluntad del Altísimo, ha estado dedicada a un solo propósito —tender puentes—, a lo largo de mis décadas de labor humanitaria y diplomática he tenido el honor de ver cómo las murallas más infranqueables se derrumban bajo la fuerza de un diálogo sincero, y cómo los abismos más profundos se superan no en soledad, sino cuando a la resolución de un problema se suman representantes de diversas comunidades.
Durante mis años de trabajo me ha tocado ser testigo de múltiples crisis, cambios y períodos de aguda turbulencia que han marcado la historia de las relaciones internacionales. Sin embargo, con plena responsabilidad puedo afirmar: los desafíos a los que nos enfrentamos hoy, por su profundidad, alcance y naturaleza sistémica, no tienen análogos directos en la memoria histórica contemporánea. Vivimos en una era de transformaciones, cuya magnitud e interconexión plantean a la humanidad tareas de un nivel de complejidad cualitativamente nuevo.
Policrisis a la que hoy se enfrenta la humanidad
Somos testigos de una época en la que ante nuestros ojos se despliega una policrisis sistémica en cascada: donde los cataclismos climáticos, geodinámicos, ecológicos y sociales resuenan y se refuerzan mutuamente, creando una aguda amenaza existencial. Permítanme señalar con más detalle cuatro desafíos clave que configuran esta crisis global.
El primer desafío. La inestabilidad climática. La vemos con nuestros propios ojos: temperaturas récord, sequías devastadoras, inundaciones repentinas a gran escala, incendios forestales extremos de una intensidad sin precedentes y fenómenos meteorológicos anómalos en regiones atípicas. Estos acontecimientos catastróficos se vuelven más frecuentes, destructivos e impredecibles, superando los límites de las normas históricas e incluso las capacidades de los modelos de previsión existentes.
El segundo desafío. La actividad geodinámica. Aumenta la cantidad de eventos sísmicos y volcánicos. Estos procesos no están aislados: están interconectados con los cambios climáticos, creando nuevas e imprevistas amenazas para la infraestructura y la vida de las personas.
Es revelador que estemos siendo testigos de terremotos de cada vez mayor magnitud y frecuencia. El reciente evento en las costas de Kamchatka, que alcanzó una magnitud de 8.8, gracias a Dios, ocurrió en una zona poco poblada y no derivó en consecuencias catastróficas. Sin embargo, hay que ser conscientes de que, en otras circunstancias geográficas, por ejemplo en las costas de Japón, las consecuencias de un terremoto semejante podrían haber sido comparables a la tragedia de 2011 o incluso superarla en escala. Teniendo en cuenta que este evento sísmico, según los datos, representa solo el inicio de un proceso creciente, es razonable suponer que fenómenos similares o aún más graves podrían repetirse, con un efecto mucho más destructivo.
El tercer desafío. La degradación ecológica. La contaminación, incluidos los nanoplásticos invisibles pero omnipresentes, destruye los ecosistemas desde dentro. Es un veneno lento pero implacable, que socava la salud del planeta y de todos sus habitantes, incluido el ser humano.
Y el cuarto desafío. La vulnerabilidad social. El resultado de las tres primeras crisis son los crecientes sufrimientos humanos, el miedo por el futuro, los conflictos y la erosión de la confianza a todos los niveles. Si incluso en los países más económicamente desarrollados la población y la infraestructura resultan extremadamente vulnerables frente a los desastres cada vez más intensos —inundaciones, tornados, calor extremo, sequías e incendios forestales—, resulta aún más evidente lo devastadores que son estos fenómenos para las comunidades menos protegidas. El número de personas afectadas por desastres naturales crece rápidamente cada año. Tras las secas cifras de las estadísticas en aumento se esconden vidas destruidas, destinos quebrados y esperanzas extinguidas.
Esta policrisis no es simplemente la suma de problemas. Es un sistema en el que todos sus elementos se refuerzan mutuamente, creando un efecto en cascada. Aquí, como civilización, nos enfrentamos a un fallo sistémico fundamental en nuestra respuesta. Me gustaría destacar tres problemas clave.
El problema de la velocidad. Los mecanismos tradicionales de cooperación internacional y de toma de decisiones no logran seguir el ritmo del aumento de las amenazas. Los acuerdos y medidas, incluso con todos los esfuerzos de la ONU y de los Estados, no conducen a cambios significativos: las tendencias negativas siguen intensificándose.
El problema de la fragmentación del conocimiento. La ciencia, nuestra principal herramienta de comprensión, está dividida en “pozos” disciplinares estrechamente especializados. El geofísico, el climatólogo, el vulcanólogo, el ecólogo y el sociólogo trabajan en aislamiento. Esto fomenta lo que se conoce como ceguera paradigmática, cuando los representantes de diferentes ramas de la ciencia no miran más allá de su propia esfera profesional. Cada uno ve solo su fragmento del rompecabezas y no logra armar una imagen completa de las interconexiones. Perdemos de vista los “factores X” clave, esas influencias externas desconocidas que hoy desempeñan un papel decisivo y cuya existencia ya señalan los principales expertos.
El problema de la brecha: “Ciencia — Sociedad — Poder”. Los complejos datos científicos no llegan a la sociedad en una forma comprensible. La gente ve cómo sus casas quedan bajo el agua, las cosechas mueren por la sequía, regiones enteras se queman, la infraestructura colapsa, los sistemas de respuesta de emergencia fallan, el calor se vuelve mortalmente peligroso y las crisis siguen aumentando sin soluciones visibles. Las estructuras responsables, sometidas a una presión creciente pero sin una visión integral ni mecanismos operativos de adaptación, a menudo actúan con retraso o de manera fragmentaria.
Como resultado de este fallo sistémico, caracterizado por la ceguera paradigmática, la fragmentación y la baja capacidad de adaptación de las instituciones, se vuelve prácticamente imposible elaborar decisiones oportunas y eficaces.
Como consecuencia, en la sociedad mundial se forma cada vez con mayor claridad la necesidad no solo de medidas superficiales o reacciones temporales, sino de una respuesta integral y global a lo que está ocurriendo, capaz de garantizar un futuro seguro y previsible en este planeta. La gente no espera eslóganes, sino un análisis exhaustivo de las causas de las crisis actuales y, sobre todo, soluciones eficaces y viables. Las personas ven destrucción y sufrimiento y formulan una pregunta lógica: “¿Dónde están las soluciones? ¿Quién responderá a nuestro desafío común?”
Es precisamente en respuesta a esta demanda urgente y vital —de comprensión holística, acción rápida y cooperación genuina— que nació el fenómeno único del que quiero hablar hoy.
Es justamente en períodos históricos como el actual, cuando la respuesta no llega de los marcos institucionales establecidos con la velocidad y la integridad necesarias, que la propia sociedad, su conciencia cívica, comienza a generar esa respuesta. Es un impulso constructivo natural hacia la supervivencia. Somos testigos de cómo en todo el mundo se despierta la capacidad de autoorganización, basada en una profunda responsabilidad hacia el futuro.
La expresión más vívida y coherente de este proceso es el Movimiento Internacional Social ALLATRA: un testimonio vivo y en crecimiento de cómo la sociedad civil global es capaz de proponer iniciativas acordes a los desafíos de nuestro tiempo. No se trata simplemente de otra organización. ALLATRA surgió como una respuesta directa a aquellas mismas brechas sistémicas de las que, de una u otra forma, hoy sufre toda la humanidad y que acabo de señalar:
- A la fragmentación del conocimiento: ALLATRA une a científicos y expertos de diferentes disciplinas (geólogos, climatólogos, ecólogos, físicos, químicos, médicos y muchos otros especialistas) para realizar investigaciones profundas basadas en la integración de datos y en la creación de una visión integral de los riesgos globales y sus soluciones.
- A la brecha “Ciencia — Sociedad”: numerosos voluntarios de ALLATRA en todo el mundo transmiten información científica compleja en un formato accesible a través de conferencias, foros y plataformas informativas.
- A la brecha “Sociedad — Poder”: el Movimiento interactúa activamente con organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas, así como con centros culturales y religiosos, y gobiernos, presentando sus investigaciones y recomendaciones para ser incluidas en la agenda global.
- A la falta de velocidad y coordinación: ALLATRA crea puentes interculturales e interreligiosos, formando la base para una voluntad colectiva y acciones coordinadas frente a la amenaza común.
ALLATRA es un activo estratégico de la humanidad en el período de policrisis. Es una respuesta unificada, integral y práctica de la sociedad a la pregunta: “¿Cómo salvamos nuestro futuro común?”
Por eso hoy considero mi prioridad transmitir el verdadero sentido y la extraordinaria importancia de este fenómeno. Es fundamental comprender no sólo la esencia de la labor de ALLATRA, sino también las razones por las que su papel se ha vuelto tan urgentemente relevante en este momento de la historia.
Los invito ahora a contemplar este movimiento con los ojos de un humanista y de un analista. A verlo como una respuesta sincera y poderosa de la sociedad civil global a nuestro desafío existencial común. Esta es la manifestación de una conciencia global que despierta, una conciencia que expresa preocupación por el futuro y disposición para actuar. Y nuestro deber, como seres humanos dotados de responsabilidad, es no ignorar este llamado, sino escucharlo, comprenderlo y apoyarlo, para dejar a las generaciones futuras un mundo digno de vida y de prosperidad.
Qué es ALLATRA: esencia y singularidad
A lo largo de toda mi vida he tratado de apoyar iniciativas que favorezcan el diálogo y el entendimiento mutuo. Por eso, al encontrarme con el Movimiento Internacional Social ALLATRA, que lleva a cabo este objetivo en una escala global sin precedentes, me acerqué a su estudio de manera imparcial: como analista y humanista. Lo que descubrí me llenó de un profundo optimismo.
Vi un organismo vivo, que respira y se autoorganiza: una comunidad global de voluntarios de más de 180 países. Están unidos no sólo por valores compartidos, sino, lo más importante, por una clara comprensión de la verdadera magnitud de las amenazas que enfrenta hoy la humanidad y de nuestra responsabilidad común y colectiva por el futuro.
ALLATRA es una plataforma abierta y dinámica, basada en los principios de igualdad e interacción horizontal. Su principal objetivo es realizar un diagnóstico preciso, objetivo y oportuno de los desafíos climáticos, geodinámicos y ecológicos, así como llevar la búsqueda de soluciones a un nivel cualitativamente nuevo.
En el centro del enfoque de ALLATRA se encuentran los datos científicos verificados, los valores humanos fundamentales y el diálogo internacional abierto, en el que se valora la opinión de cada uno y nadie pretende tener el monopolio de la verdad. Los participantes plantean con valentía la cuestión: ante desafíos tan complejos que abarcan aspectos climáticos, geodinámicos, ecológicos y sociales, es necesario prestar mayor atención a la misma formulación del “diagnóstico” del que depende la solución que buscamos. Precisamente en la diversidad de hipótesis y en el debate reflexivo se encuentra la oportunidad de cambiar el destino del planeta.
De ahí surge toda la actividad multifacética del Movimiento: desde la identificación de la naturaleza de las crisis multidimensionales hasta la búsqueda compartida de soluciones y la transmisión de la esencia del problema a todos los niveles, desde las comunidades locales hasta las Naciones Unidas.
A mi modo de ver, hasta el momento ni en los círculos científicos ni en la esfera pública se ha dado una descripción lo suficientemente completa y fundamentada del fenómeno del movimiento ALLATRA en el contexto de la ciencia y de la historia mundial. Reconociendo la importancia de esta brecha, me permitiré hacer un intento mesurado pero sincero de reflexionar y articular la esencia de este Movimiento único. Esto es necesario, ante todo, para una comprensión más profunda del papel positivo que el Movimiento ALLATRA ya desempeña en la vida de la sociedad y en el desarrollo de la cooperación ciudadana internacional.
Clasificación científica: dos dimensiones del fenómeno
Desde el punto de vista de la sociología contemporánea, la manera más precisa de clasificar a ALLATRA es como un nuevo movimiento social global de tipo mixto. Combina rasgos de movimientos climáticos, ecológicos, de derechos humanos y futuristas, que actúan sobre la base de la autoorganización ciudadana y de una agenda científica.
Para una comprensión más profunda resulta pertinente aplicar la clasificación de las sociólogas estadounidenses Margaret Keck y Kathryn Sikkink. Según el enfoque que ellas propusieron, el movimiento internacional ALLATRA representa una combinación de dos tipos clave de comunidades: una red transnacional de defensa y una comunidad epistémica.
ALLATRA posee características de una red transnacional de defensa (Transnational Advocacy Network), ya que constituye una red sostenible, organizada horizontalmente, que incluye a una gran diversidad de actores (ONGs, científicos, periodistas, defensores de derechos humanos y muchos otros que actúan de manera voluntaria). A todos ellos los une:
- Un enfoque compartido y valores comunes: riesgos globales y principios humanistas.
- Los objetivos de la interacción más allá de las fronteras nacionales:
- promover una agenda significativa (clima, geodinámica, ecología) a nivel internacional,
- crear canales de comunicación para la difusión de información crítica para la seguridad personal, nacional y global,
- superar la fragmentación mediante el compromiso con un objetivo común: la supervivencia y la prosperidad de la humanidad.
Al mismo tiempo, ALLATRA cumple de manera consistente con las características tipológicas de una comunidad epistémica. Esto se evidencia en su:
- Estructura: una red internacional de científicos y expertos unidos por un paradigma científico común que explica los cambios climáticos y geodinámicos globales a través de un enfoque sistémico.
- Metodología: la actividad del Movimiento se basa en la síntesis interdisciplinaria, los datos abiertos y los métodos de análisis reproducibles, lo que corresponde a los criterios internacionales de verificación científica.
- Valores: una fe compartida en la objetividad del conocimiento científico y en su papel decisivo para encontrar una salida a la crisis.
La fuerza de la integración
Es precisamente en esta integración única —de una red transnacional de defensa y de una comunidad epistémica— donde radica la fuerza excepcional del movimiento ALLATRA. ALLATRA no solo habla de los problemas (como una red de defensa), ni únicamente los estudia (como una comunidad epistémica). Hace ambas cosas al mismo tiempo:
- genera e integra conocimiento (dimensión epistémica),
- transforma ese conocimiento en acciones concretas e influye en la agenda (dimensión de defensa),
- conecta la ciencia, la sociedad civil y las instituciones gubernamentales a través de redes horizontales y de un diálogo abierto.
Tal síntesis permite a ALLATRA desempeñar ese papel vital del que hablé al inicio: ser la respuesta práctica de la sociedad a las brechas sistémicas en nuestra percepción y reacción frente a la policrisis global. No es simplemente un movimiento: es un modelo de cooperación y acción científica ciudadana global, esencial para la supervivencia y el desarrollo sostenible de la humanidad en el siglo XXI.
Modelo organizacional del Movimiento y objetivos
Las características clave del movimiento ALLATRA, desde el punto de vista de su modelo organizacional y operativo, revelan su naturaleza única. Los principios fundamentales de su funcionamiento son:
La descentralización constituye un principio fundamental. La ausencia de un único centro de gobierno se equilibra con la gran iniciativa de los voluntarios, quienes se autoorganizan, creando centros regionales de coordinación. Estos centros sirven como plataformas para el intercambio de ideas, el intercambio de experiencias avanzadas y la facilitación de la cooperación tanto local como internacional, demostrando un modelo eficaz de autoorganización de la sociedad civil en la era digital.
El voluntariado y la independencia financiera constituyen la fuerza motriz del Movimiento. Numerosos voluntarios altamente motivados —científicos, periodistas, defensores de los derechos humanos, médicos, ingenieros, diplomáticos— aportan de manera voluntaria su tiempo y experiencia profesional a las actividades del Movimiento. Ellos inician de manera independiente y aportan los recursos para una amplia gama de proyectos orientados a la concienciación pública integral y al desarrollo de soluciones eficaces y sistémicas frente a las crisis globales más urgentes y complejas que amenazan el futuro de toda la humanidad. Es imprescindible señalar que ALLATRA es completamente independiente desde el punto de vista financiero: no recibe financiación de gobiernos, corporaciones ni de ninguna otra entidad, manteniendo al mismo tiempo una posición impecablemente legal y democrática.
La apertura es otro rasgo distintivo de ALLATRA. El Movimiento reúne a personas de distintas profesiones, nacionalidades y confesiones, incluidos ateos. Tal apertura es posible porque en la base de su actividad se encuentran dos fundamentos universales: el valor incondicional de la vida humana y el compromiso con el conocimiento científico. Esto hace que la misión de ALLATRA sea clara y comprensible para una amplia gama de personas, independientemente de su cosmovisión.
La transparencia es uno de los fundamentos clave del Movimiento, que se mantiene fiel a los principios de honestidad y responsabilidad ante la sociedad. La actividad investigadora, realizada por el grupo científico internacional del Movimiento, se basa en el análisis interdisciplinario y en datos verificables, y sus resultados se encuentran en acceso abierto. Toda la información sobre la labor del Movimiento está disponible al público en general, y sus participantes fortalecen de manera constante el diálogo abierto, la cooperación interdisciplinaria y la interacción constructiva en todos los niveles, desde el local hasta el internacional.
Los objetivos del Movimiento se expresan en una misión claramente formulada, compuesta por tres partes interrelacionadas.
- La científica: estudiar en profundidad las causas de los desafíos globales climáticos, geodinámicos y ecológicos, e iniciar la búsqueda de vías para superarlos.
- La comunicacional: informar a la comunidad internacional sobre la magnitud de la crisis y crear condiciones para la consolidación del potencial científico internacional.
- La social: ayudar a superar la desunión de la comunidad mundial mediante la promoción de la idea del valor de la vida humana, de la importancia del entendimiento internacional y del diálogo interreligioso.
Estos objetivos se llevan a cabo a través de la activa labor de los voluntarios en cuatro esferas clave: informativa, socioeducativa, institucional e investigadora. Más adelante examinaré ejemplos de esta actividad en detalle.
Hablando de las áreas prioritarias de actividad del movimiento ALLATRA, resulta oportuno destacar tres principales:
- Clima y geodinámica.
Esta área abarca un amplio espectro de cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible: investigación de las amenazas climáticas y geodinámicas, análisis de las causas de su aparición, evaluación de riesgos y elaboración de estrategias para superarlos. - Medio ambiente y amenazas para la salud.
Esta área se centra en el estudio de los riesgos ecológicos y de la influencia de los factores antropogénicos en el medio ambiente y en la salud humana, especialmente en la investigación de los micro y nanoplásticos y de su impacto nocivo tanto en la biosfera como en los procesos fisiológicos del organismo humano. - Defensa de los derechos humanos y fortalecimiento del entendimiento social.
Esta área de actividad del Movimiento incluye esfuerzos por superar la desunión social, fomentar el diálogo interétnico e interconfesional, así como defender los derechos humanos fundamentales.
Una característica única del movimiento ALLATRA es su capacidad de actuar simultáneamente en todos los niveles: desde iniciativas locales de voluntariado hasta el diálogo directo con las principales instituciones internacionales y nacionales. Representantes del Movimiento intervienen en sesiones de expertos de la ONU, participan en debates en gabinetes ministeriales y órganos legislativos, y establecen una interacción ética con líderes de confesiones mundiales, incluidas reuniones con el Papa en el Vaticano.
Un alto reconocimiento de esta labor fue la doble bendición de la Santa Sede: en 2024 el movimiento ALLATRA recibió la bendición del Papa Francisco, y en 2025 el Papa León XIV otorgó una bendición apostólica personal a la presidenta del Movimiento, Maryna Ovtsynova, y a sus colaboradores más cercanos. Estas bendiciones subrayaron la consonancia del trabajo humanitario y educativo de ALLATRA con los valores expuestos en la encíclica Laudato Si’, especialmente en lo relativo a la responsabilidad ecológica, la solidaridad y el cuidado de las generaciones futuras.
La magnitud y la profundidad de la implicación de voluntarios de más de 180 países permiten considerar a ALLATRA no simplemente como un movimiento, sino como un raro ejemplo contemporáneo de un modelo eficaz de participación ciudadana global activa. Personas de las más diversas profesiones, de manera voluntaria y con una dedicación excepcional, llevan a cabo proyectos orientados a la información, a la consolidación de esfuerzos y a la búsqueda de soluciones para garantizar un futuro más seguro y sostenible para la humanidad.
Y es natural preguntarse: ¿cuál es la fuente de motivación de los voluntarios de ALLATRA? ¿Por qué lo hacen? Sería ingenuo y contraproducente suponer que miles de personas educadas, exitosas y racionales en todo el mundo dedican su tiempo, dinero y recursos por fe ciega o fanatismo ideológico. A diferencia de muchas otras iniciativas sociales, que se apoyan en emociones, protestas o ideologías, ALLATRA ha elegido otro camino, mucho más complejo y fundamental. La principal herramienta de los voluntarios del Movimiento es el conocimiento. No la fe, no la ideología, sino un conocimiento científico riguroso, verificable e interdisciplinario.
La base del Movimiento es el conocimiento científico
El génesis del movimiento ALLATRA está inseparablemente vinculado a la labor de un grupo interdisciplinario independiente de científicos, que a mediados de la década de 1990 reunió a especialistas en física nuclear, astrofísica, cosmología, geología, geofísica, matemáticas teóricas, biología del envejecimiento, gerontología y medicina clínica. Su innovador método integrador permitió superar la ceguera paradigmática —ese mismo aislamiento de las disciplinas científicas que impedía una visión holística de lo que estaba ocurriendo.
Ya a mediados de la década de 1990, estos profesionales de altísimo nivel comprendieron una limitación fundamental de la ciencia moderna: su fragmentación epistémica. La esencia de este problema radica en que las distintas disciplinas poseen sus propios lenguajes, métodos y estándares, lo que conduce a la pérdida de conexión epistémica entre ellas. Como resultado, en lugar de un campo científico unificado, existen clústeres aislados y comunidades separadas. Vivimos en un mundo en el que las personas cada vez más discrepan no solo en sus opiniones, sino en la propia visión de la realidad, lo que hace que el conocimiento colectivo y el debate sean cada vez más difíciles.
Imaginen:
- Un especialista de perfil estrecho que estudia la aceleración anómala del desplazamiento del polo magnético publica un artículo en una revista especializada.
- Un médico oncólogo que investiga el inexplicable aumento de los casos de cáncer infantil presenta datos en un congreso médico altamente especializado.
- Un oceanógrafo que registra un calentamiento anómalo de las aguas profundas, que no se explica por el calentamiento atmosférico, comparte resultados con sus colegas.
- Un sismólogo que observa un brusco aumento del número de terremotos de foco profundo observa únicamente una actividad geológica local.
Cada uno ve solo un fragmento aislado de un gigantesco rompecabezas. Sus datos no se comparan entre sí; ellos no perciben una tendencia única y alarmante.
Fue precisamente esta fragmentación la que decidió superar el grupo de científicos que estuvo en los orígenes de ALLATRA, desarrollando un enfoque radicalmente nuevo para el conocimiento y la investigación. Este se basa en la integración, la interpenetración de disciplinas, el seguimiento de correlaciones entre datos de diferentes áreas para formar una imagen completa. La realización de tal enfoque fue posible porque este grupo estuvo compuesto desde el inicio por representantes de diversas disciplinas científicas, unidos por un objetivo común: el conocimiento científico objetivo para identificar las causas multidimensionales de las crisis y elaborar soluciones eficaces.
Como resultado de este enfoque, los científicos altamente calificados que estuvieron en los orígenes de ALLATRA pudieron asumir una tarea que hasta ahora nadie había abordado en una escala tan completa y global. Lograron unir los fragmentos dispersos de la imagen científica en un todo único, lo que permitió observar desde una perspectiva integral y holística las crisis clave y, de este modo, superar la ceguera paradigmática.
El grupo científico internacional de ALLATRA, que incluye a destacados expertos en ciencias de la Tierra, oceanología, astrofísica, disciplinas afines y también en medicina, emprendió un análisis interdisciplinario exhaustivo de la situación climática y geodinámica del planeta.
Uno de los principales logros del grupo científico de ALLATRA fue el desarrollo de una teoría unificada y coherente que explica el aumento de los cataclismos planetarios. Esta teoría propone un modelo multifactorial profundo, basado en la síntesis de datos que antes la ciencia consideraba de manera aislada.
Permítanme exponer brevemente la esencia de este modelo y del nuevo enfoque de la comunidad científica ALLATRA.
Enfoque interdisciplinario y modelo climático de ALLATRA
Los modelos climáticos contemporáneos, a pesar de su notable progreso, no abarcan plenamente todos los factores clave que influyen en los procesos climáticos globales. La singularidad del modelo desarrollado por la comunidad científica internacional ALLATRA radica en su enfoque sistémico e integrador. Este enfoque amplía de manera fundamental el campo analítico, complementando los escenarios tradicionales con el análisis de componentes críticos, pero que a menudo son ignorados: la actividad geodinámica, los factores astronómicos y el impacto complejo de los micro y nanoplásticos.
Utilizando también datos abiertos de fuentes líderes — NASA, NOAA, USGS, universidades y centros de investigación, así como información de satélites, geosensores y estaciones gravimétricas — el grupo científico aplicó un método de síntesis sistémica e interdisciplinaria y tendió un puente entre los “pozos” disciplinares. El panorama que emergió de este titánico esfuerzo intelectual resultó a la vez inquietante en su inevitabilidad y alentador, porque señalaba una nueva capa de posibles causas y, en consecuencia, nuevas soluciones frente a los desafíos climáticos, geodinámicos y ecológicos.
Ante todo, el modelo de los científicos de ALLATRA pronosticó el carácter exponencial del crecimiento de los cambios climáticos y geodinámicos. Mostró que los procesos de intensificación sincrónica y en cascada de los desastres naturales no se desarrollarán de forma lineal —ni en frecuencia ni en intensidad— sino exponencial. Esto significa que, en un futuro previsible, las condiciones del planeta podrían volverse incompatibles con la existencia de formas de vida biológica compleja, incluido el ser humano.
Este pronóstico hoy encuentra una confirmación empírica irrefutable. La dinámica de los desastres climáticos y geodinámicos de los últimos años se desarrolla en estricta concordancia con la proyección. Una clara evidencia de ello son las temperaturas globales anormales de 2023, 2024 y 2025, que superaron significativamente los valores previstos en los escenarios climáticos ampliamente aceptados —escenarios que no esperaban tales máximos hasta dentro de varias décadas. Al mismo tiempo, el crecimiento exponencial se manifiesta no solo en las anomalías térmicas, sino también en las inundaciones y huracanes de escala sin precedentes, así como en el aumento notable de la fuerza y la frecuencia de la actividad sísmica.
En el modelo se presta especial atención al fenómeno de la sincronía y la cascada de los desastres. Mientras que los enfoques tradicionales suelen analizar los eventos de manera aislada, el modelo de ALLATRA permitió fundamentar metodológicamente que la intensificación de los eventos climáticos no ocurre como sucesos separados, sino como procesos interconectados que se refuerzan mutuamente en distintas regiones del mundo. Este efecto en cascada multiplica varias veces el potencial destructivo de cada evento individual.
Una amenaza geodinámica sumamente preocupante, identificada en el marco de las investigaciones de ALLATRA, es la situación con la pluma magmática Siberiana. Como resultado de un análisis multifactorial, los científicos descubrieron que los volúmenes de magma bajo el cratón Siberiano continúan aumentando en progresión geométrica. Esto indica que la pluma está entrando en una fase crítica de actividad geodinámica. Según las estimaciones científicas, su posible erupción podría provocar una catástrofe de escala planetaria, con consecuencias comparables a la erupción simultánea de varios supervolcanes. Esto podría provocar emisiones catastróficas de gases de efecto invernadero y cenizas capaces de causar un enfriamiento brusco y prolongado —un “invierno volcánico”— con consecuencias climáticas imprevisibles.
Al detectar esta amenaza, el grupo científico de ALLATRA propuso una respuesta fundamentada y científicamente verificada, con un valor práctico para garantizar la seguridad global. En particular, se trata de la desgasificación planificada y controlada: una medida técnica preventiva que, aplicada con antelación, podría reducir de manera significativa los riesgos de desarrollo de un escenario catastrófico. Lamentablemente, en el territorio donde se concentra la amenaza de la pluma Siberiana se observa una inercia institucional y una falta de receptividad hacia las advertencias fundamentadas científicamente. En lugar de un diálogo constructivo y de la consideración de esta medida preventiva propuesta —la desgasificación planificada— existe una preocupante tendencia a la persecución de los iniciadores de este enfoque, lo cual genera serias inquietudes en términos de seguridad global.
Volveré a este asunto más adelante, pero ahora señalaré que el modelo desarrollado por los científicos de ALLATRA fue presentado en una serie de informes analíticos que explican el aumento de los cataclismos planetarios y los riesgos asociados a ello. Estos son los informes Sobre la progresión de los desastres climáticos en la Tierra y sus consecuencias catastróficas y Sobre la amenaza de una erupción de la pluma magmática en Siberia y estrategias para abordar el problema.
Un aspecto igualmente alarmante, analizado en profundidad en las investigaciones científicas de ALLATRA, es la contaminación a gran escala por micro y nanoplásticos.
Por un lado, en los estudios se subraya su influencia sistémica en el clima. El microplástico altera la función termorreguladora del océano, contribuyendo a su sobrecalentamiento. El nanoplástico en la atmósfera perturba el equilibrio térmico, intensificando los fenómenos meteorológicos extremos: desde lluvias récord y granizo anormalmente grande hasta sequías prolongadas.
Por otro lado, las investigaciones interdisciplinarias fundamentales del núcleo científico de ALLATRA revelaron una propiedad físico-química única del nanoplástico: su capacidad de acumular y retener durante largo tiempo una carga electrostática.
Es particularmente significativo que los científicos de ALLATRA prestaran atención a este fenómeno mucho antes de que en los círculos académicos comenzara la investigación sistemática sobre la carga superficial de los nanoplásticos, cuyos primeros estudios sólo aparecieron después de la década de 2010.
Hace ya 20 años, este grupo de científicos señaló que precisamente esta propiedad del nanoplástico le permite atravesar las barreras biológicas y penetrar en las células del organismo humano, incluidas las neuronas y las células reproductivas, alterando sus procesos naturales. Las consecuencias de tal impacto son de carácter sistémico y acumulativo: trastornos cognitivos, disfunción reproductiva, aumento de enfermedades crónicas, incluidas patologías oncológicas, trastornos autoinmunes y neurodegenerativos, y, lo más preocupante, un riesgo evolutivo acumulado que pone en duda la supervivencia a largo plazo de la población humana.
El nuevo informe Nanoplásticos en la biosfera: del impacto molecular a la crisis planetaria, preparado por ALLATRA en colaboración con la Universidad Católica Boliviana San Pablo y el proyecto internacional Sociedad Creativa, constituye un trabajo monumental que reúne la revisión más completa de todas las investigaciones existentes sobre los daños del nanoplástico, su naturaleza electroquímica única, así como los posibles caminos para neutralizar la amenaza que representa.
Gracias a un enfoque independiente, interdisciplinario y analíticamente riguroso, el modelo de ALLATRA posee un alto valor predictivo. Ha permitido darse cuenta de manera oportuna y completa de que la magnitud de las amenazas globales —ya sea la aceleración de la inestabilidad climática y geodinámica o el peligro profundamente subestimado de la contaminación por nanoplásticos— supera significativamente las percepciones actuales basadas en modelos fragmentados.
De este modo, el Movimiento aporta una contribución significativa a la ciencia, al identificar factores adicionales, antes no considerados, que se encuentran en la base de la policrisis contemporánea.
No me queda más que constatar que la conciencia de esta realidad tan alarmante otorga una urgencia especial a la cuestión de elaborar medidas preventivas, coordinadas y científicamente fundamentadas de respuesta a nivel internacional. Solo medidas de este tipo, basadas en una comprensión interdisciplinaria profunda y en la solidaridad global, pueden prevenir el desarrollo de escenarios de crisis y garantizar un futuro sostenible para la humanidad en nuestro planeta.
Por eso, mientras el núcleo científico del movimiento continúa con su investigación interdisciplinaria independiente — identificando las causas y soluciones de las crisis climáticas y geodinámicas y publicando informes analíticos —, la red global de voluntarios se asegura de que todos los niveles de la sociedad, desde las comunidades locales hasta las plataformas políticas globales, tomen conciencia de la profundidad y magnitud subestimadas de las amenazas climáticas, geodinámicas y medioambientales, llamando la atención sobre los factores ignorados de su escalada y la necesidad de una acción internacional urgente e integral.
La motivación de los voluntarios de ALLATRA
A la luz de lo expuesto, la motivación de los voluntarios del movimiento ALLATRA se vuelve cristalina. Su activo voluntariado no es consecuencia de abstracciones idealistas, sino un imperativo de actuar, comprendido racionalmente y fundamentado éticamente.
Cuando una persona obtiene acceso a un conocimiento científico verificado sobre una amenaza existencial inminente y al mismo tiempo observa que las acciones emprendidas a nivel internacional no producen el resultado eficaz esperado, surge en ella un deber moral irresistible de actuar por sus propios medios.
Las acciones de los participantes de ALLATRA no son simplemente activismo, sino una medida urgente para informar a la sociedad en un contexto de una creciente policrisis. Su labor está guiada por un principio humanista fundamental: el valor incondicional de la vida humana.
Por eso, la actividad de los voluntarios de ALLATRA en la difusión de información constituye una manifestación del deber moral de velar por el futuro de la Tierra y de la responsabilidad epistémica. Esta responsabilidad implica no sólo poseer conocimientos científicos, sino también la obligación de transmitirlos eficazmente en todos los niveles — desde las comunidades locales hasta las instituciones globales —, para que, sobre esa base, puedan adoptarse decisiones fundamentadas y oportunas, ya que las decisiones bien fundamentadas y eficaces sólo pueden tomarse cuando se basan en una información completa.
Por eso los participantes de ALLATRA consideran necesario que el llamado al diálogo integral resuene en diferentes escenarios: en las redes sociales, donde se forma la opinión pública; en las salas de la ONU, donde se elaboran decisiones internacionales; en la Casa Blanca, donde se toman decisiones estratégicas; en el Vaticano, centro mundial clave que da forma a la brújula moral de los valores humanistas y espirituales universales.
Los participantes del Movimiento actúan en el marco de una paradigma de ciudadanía responsable, conscientes de que informar a la comunidad internacional es un factor clave para la formación de la resiliencia estratégica y de un futuro próspero para toda la humanidad.
Al poseer información científica de la que dependen las vidas de miles de millones de personas, y al observar la ausencia de medidas adecuadas a nivel global, la necesidad de actuar se convierte en la única respuesta racional y moral. En esto precisamente radica el secreto de la entrega de los voluntarios de ALLATRA. Su motivación no es fe ciega. Es responsabilidad. Una responsabilidad nacida del conocimiento científico.
Del conocimiento a la acción: tendiendo puentes
Como persona que ha dedicado su vida a la labor práctica de fortalecer la paz, siempre juzgo las ideas por sus frutos. Al estudiar la labor de los voluntarios del movimiento ALLATRA, veo cómo su profunda comprensión de la crisis se transforma en acciones concretas, reflexivas y eficaces en todos los niveles.
Es un hecho objetivo que los mecanismos tradicionales de comunicación científica y de toma de decisiones, pese a su incuestionable valor, se enfrentan al desafío de la velocidad operativa y de la complejidad interdisciplinaria de los problemas globales contemporáneos. Los procesos de revisión, de construcción de consensos y de implementación institucional, objetivamente, no logran seguir el ritmo del crecimiento exponencial de las amenazas. Esto recuerda al intento de apagar un incendio forestal mientras todavía se está discutiendo quién traerá el agua.
En estas condiciones, los participantes del Movimiento han elegido una estrategia de diplomacia científica directa y educación pública. Esto implica:
- presentar investigaciones integrales directamente al público y a los responsables de la toma de decisiones en un formato adaptado, pero científicamente riguroso;
- implicar activamente a expertos voluntarios para una difusión lo más amplia posible de la información y facilitar el diálogo;
- tender puentes directos entre la ciencia, la política, la religión, la cultura y la sociedad civil.
La actividad de los voluntarios de ALLATRA está orientada a estimular un diálogo científico más amplio y ágil, elevar la alfabetización científica de la sociedad en todos los niveles y consolidar los esfuerzos de la sociedad civil, los científicos, los diplomáticos y las estructuras internacionales en la búsqueda de soluciones viables, basadas en datos científicos de vanguardia y en la responsabilidad moral hacia las generaciones futuras.
Como se mencionó anteriormente, la labor de los voluntarios se desarrolla en cuatro esferas interrelacionadas: informativa, socioeducativa, institucional e investigadora. Analicemos con más detalle el contenido y los resultados del trabajo de ALLATRA en cada una de estas áreas.
1. Esfera informativa: periodismo ciudadano y educación en el espacio digital
En el espacio en línea, el Movimiento funciona como una plataforma global de periodismo ciudadano y educación científica. Esta labor está orientada a crear un campo informativo que presente una visión integral de los cambios planetarios y puede caracterizarse como una forma de activismo epistémico (knowledge activism). Los participantes informan de manera sistemática a la sociedad sobre los procesos climáticos y geodinámicos, fomentan el desarrollo del diálogo científico y organizan grandes foros internacionales en línea (en colaboración con el proyecto Sociedad Creativa), que se traducen a 150 idiomas del mundo.
Con el objetivo de elevar la alfabetización científica y la concienciación del público general, los voluntarios del Movimiento producen contenido diverso: desde documentales y videos sociales hasta formatos de entretenimiento y de estilo bloguero. Todas estas iniciativas (proyectos mediáticos, iniciativas digitales, foros) se derivan lógicamente del objetivo principal: informar a la comunidad internacional sobre la magnitud y la naturaleza de las amenazas existenciales, para estimular una respuesta internacional más rápida frente a ellas.
Un ejemplo destacado de la labor del Movimiento en la esfera informativa es el proyecto insignia ALLATRA TV, una plataforma de periodismo ciudadano que funciona en más de 30 idiomas. En ella, los voluntarios crean materiales multimedia que reflejan la dinámica de los cambios climáticos globales y de los procesos geofísicos: testimonios de testigos presenciales, entrevistas con expertos en clima y revisiones analíticas. El contenido abarca una amplia gama de temas: desde divulgación científica y educación interdisciplinaria hasta cuestiones de potencial humano, resiliencia sociocultural y desarrollo moral en condiciones de turbulencia global.
En este contexto, la educación informativa sirve como una medida preventiva de seguridad. En un mundo saturado de desinformación, propaganda y rumores que provocan pánico, ALLATRA desarrolla y promueve un sistema integral de comprensión de los procesos climáticos, geodinámicos y ecológicos en curso, basado en análisis y lógica científica. Esto trasciende la mera información: es una poderosa herramienta para reducir la ansiedad y el pánico social, y para orientar el potencial de la sociedad hacia una acción constructiva.
2. Esfera socioeducativa: iniciativas locales y construcción de comunidades
A nivel local, las actividades del movimiento ALLATRA se materializa en iniciativas ciudadanas concretas que traducen los problemas globales al lenguaje de las acciones tangibles. La organización de campañas de limpieza de territorios, la realización de seminarios y conferencias públicas dedicadas a los cambios climáticos y geodinámicos, así como al problema del daño del nanoplástico, contribuyen a elevar la conciencia social. Como resultado de esta labor educativa, las personas llegan a comprender que las causas de las crisis son mucho más profundas y, en lugar de culpar al gobierno o desconfiar de los científicos, comienzan a entender la necesidad de la responsabilidad personal y de los esfuerzos conjuntos para superarlas. De esta manera, se construye el capital social: redes de confianza y de ayuda mutua dentro de las comunidades locales.
Un ejemplo destacado de esta localización de la agenda global es la campaña “Limpiemos Atlanta” (20 de abril de 2024, parque Piedmont, Georgia, EE. UU.), organizada por voluntarios del Movimiento junto con Clean Up Atlanta, ATL Now, Atlanta Metro Alliance y ACT International Consulting. Los participantes no solo limpiaron el área, sino que también realizaron una labor educativa entre los visitantes del parque, informándoles sobre la amenaza oculta que representa el nanoplástico para la salud y los ecosistemas. Esta iniciativa constituye un modelo de cómo la agenda global involucra eficazmente a los ciudadanos en la acción práctica, fortaleciendo la solidaridad social y creando redes de confianza y de ayuda mutua, la base de la resiliencia de cualquier sociedad.
Paralelamente, a nivel global, los proyectos educativos, conferencias y seminarios que los participantes de ALLATRA organizan en todo el mundo en cooperación con universidades conforman el tejido vivo de la sociedad civil global.
En este contexto, ALLATRA no es solo un movimiento, sino un entorno autoorganizado basado en valores e información, que contribuye a la formación de una agenda internacional constructiva para la búsqueda de soluciones basadas en el diálogo abierto.
Entre las iniciativas significativas dirigidas a concientizar sobre los riesgos climáticos globales en 2024–2025 se encuentra la participación de Anastasia Pashigreeva, doctora en Química y participante del MIS ALLATRA, en una serie de eventos internacionales. En la Mesa Redonda Internacional “Prevención de crecidas e inundaciones” (Almaty, Kazajistán), presentó una visión científica de los procesos climáticos, con especial énfasis en el informe analítico de ALLATRA Sobre la progresión de los desastres climáticos en la Tierra y sus consecuencias catastróficas. Ese mismo informe, presentado por ella en la sesión científica en la Casa de los Científicos (Haifa, Israel), suscitó gran interés y un animado debate en la comunidad académica internacional.
Además, los voluntarios de ALLATRA participaron en el 5.º Foro Internacional sobre Autismo (Casablanca, Marruecos), donde organizaron la proyección del documental de ALLATRA Trampa para la humanidad, acerca de la amenaza de la contaminación por plásticos. Un paso importante en el diálogo global fue la cooperación con la Universidad Bay Atlantic y el Instituto de Política Global (GPI), donde tuvo lugar un evento interdisciplinario conjunto dedicado a la interrelación entre desastres naturales, contaminación por micro y nanoplásticos y el aumento de enfermedades crónicas.
Conscientes de que las amenazas climáticas y geodinámicas constituyen el principal desafío a la seguridad nacional en el siglo XXI, los participantes del Movimiento organizaron un seminario de cuatro días para el alto mando del Ministerio de Defensa Civil y de las Fuerzas Armadas de Bolivia. Allí, los expertos de ALLATRA cumplieron una función única como como un “vínculo de unión” clave: tradujeron los complejos datos científicos sobre clima y geodinámica al lenguaje comprensible para los estrategas —el lenguaje de riesgos, amenazas y medidas preventivas para proteger a la población civil—. De este modo, se brinda a las estructuras responsables la posibilidad de adoptar medidas oportunas y fundamentadas para proteger a la población.
En esto radica el papel singular de ALLATRA. En un mundo contemporáneo en el que la ciencia, la política y la sociedad suelen existir en realidades paralelas, el Movimiento cumple la función de traductor y de vínculo de unión:
- Cuando los expertos de ALLATRA imparten un seminario al Ministerio de Defensa de Bolivia, hacen que la ciencia sea prácticamente útil para quienes toman decisiones, traduciéndola al lenguaje de la seguridad nacional.
- A través de documentales, artículos y conferencias, el Movimiento hace que el conocimiento científico sea accesible y comprensible para el público en general. Por ejemplo, el problema del nanoplástico deja de ser una abstracción cuando las personas perciben su conexión directa con la salud de sus familias y de las generaciones futuras.
Como resultado de esta labor de los voluntarios de ALLATRA, la comunidad internacional obtiene acceso oportuno a información objetiva sobre la magnitud y la naturaleza de las amenazas actuales. Esto contribuye a la formación de una agenda global más consciente y, en consecuencia, hace que la búsqueda de soluciones sea significativamente más realista y alcanzable.
3. Esfera institucional: diplomacia ciudadana e interacción internacional
A nivel institucional, el movimiento ALLATRA cumple una función fundamental de “puente” (boundary spanner), conectando esferas sociales que a menudo permanecen aisladas en la sociedad contemporánea: la ciencia, la política, la religión y el activismo ciudadano.
Este trabajo se realiza mediante una activa diplomacia ciudadana: los participantes del Movimiento interactúan con organizaciones internacionales, élites políticas y autoridades morales. Su labor se lleva a cabo tanto en los “gabinetes” y en los márgenes de las principales plataformas mundiales, como la ONU y el Capitolio en Estados Unidos, como en el marco del diálogo con destacadas instituciones globales. Entre los socios del Movimiento se encuentran la Universidad Católica Boliviana San Pablo, la Universidad Ben-Gurión del Néguev y la Universidad Bay Atlantic (EE. UU.). Un acontecimiento significativo fue la presentación de informes en la importante conferencia anual del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) en Israel.
Los voluntarios de ALLATRA son participantes habituales en las plataformas mundiales clave. Tomaron parte activa en la 29.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29) en Bakú, presentando datos científicos sobre geodinámica y nanoplásticos, y celebraron una serie de reuniones de trabajo para fortalecer la cooperación global. Su voz también se hizo oír en la COP16 en Riad, en la COP16 en Colombia, así como en la sesión del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) en Nueva York, en febrero de 2025, donde la presidenta de ALLATRA, Maryna Ovtsynova, transmitió a altos diplomáticos la posición consolidada respecto a la verdadera magnitud de los riesgos climáticos, geodinámicos y ecológicos.
Un acontecimiento emblemático fue la reunión de la presidenta de ALLATRA con el Papa Francisco en el Vaticano en 2024. Durante una audiencia privada, Maryna Ovtsynova presentó a Su Santidad el informe de ALLATRA Sobre la progresión de los desastres climáticos en la Tierra y sus consecuencias catastróficas.
De especial importancia fue la audiencia celebrada en el marco de la Conferencia Internacional de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice (CAPP), organizada por la Secretaría de Estado de la Santa Sede en mayo de 2025. En el transcurso de este encuentro, la presidenta de ALLATRA presentó el informe Nanoplásticos en la biosfera: del impacto molecular a la crisis planetaria al cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, y entregó una carta de agradecimiento de parte de los voluntarios del Movimiento. El cardenal Parolin expresó su apoyo a los esfuerzos de ALLATRA y subrayó la importancia de la misión del Movimiento en el contexto global.
Al plantear los problemas de las amenazas climáticas, geodinámicas y ecológicas en el diálogo con el Vaticano, ALLATRA traslada este debate más allá de los intereses políticos y económicos, llevándola al terreno de los valores humanistas universales y del deber moral.
Así, la labor de los voluntarios de ALLATRA constituye diplomacia ciudadana en su manifestación más pura y eficaz. Ellos generan una “fuerza suave” que complementa a la diplomacia oficial. Es una diplomacia de nuevo tipo: responsable, fundamentada científicamente y movida únicamente por la preocupación por el futuro de la humanidad. Es una diplomacia de la responsabilidad, el cumplimiento del deber moral de informar a quienes tienen en sus manos el destino del mundo.
4. Esfera de investigación: enfoque interdisciplinario y análisis de riesgos
Como ya he mencionado, en la base de la actividad de investigación del Movimiento se encuentra el enfoque integrador único del grupo de científicos de ALLATRA, que permite prever con antelación riesgos de diverso tipo y desarrollar métodos para su mitigación. Fue precisamente este equipo el que, hace más de 20 años, identificó por primera vez la amenaza crítica de la pluma magmática Siberiana y propuso enfoques científicos para gestionar su desgasificación. Y fue este mismo equipo quien se convirtió en pionero al descubrir el potencial destructivo del nanoplástico mucho antes de que la comunidad científica mundial comenzara a estudiar este problema.
Junto a este grupo de científicos, en la labor investigadora también participa la amplia comunidad de voluntarios de ALLATRA. Se trata de la recopilación de información primaria sobre el terreno, la interacción con testigos presenciales, el análisis de campo y la comparación interdisciplinaria de datos. Este trabajo, realizado por personas de distintas profesiones, otorga al proceso de investigación multidimensionalidad y flexibilidad. Gracias a esta sinergia se conforma un cuerpo analítico de datos que abarca aspectos que a menudo quedan fuera de la atención incluso de universidades y centros de investigación de primer nivel.
La ausencia de sesgo institucional y la apertura al enfoque interdisciplinario permiten identificar patrones y reconocer conexiones que permanecen ocultas dentro de paradigmas rígidos. Este enfoque favorece la síntesis de conocimientos, demandada y prácticamente aplicable en diversos ámbitos. El papel del Movimiento aquí es catalítico: crea una plataforma global y herramientas que permiten a la humanidad encontrar soluciones de manera conjunta.
Los resultados concretos y el valor único del enfoque de ALLATRA se manifiestan en sus principales desarrollos analíticos:
- Valor predictivo de los modelos: sobre la base de la síntesis interdisciplinaria de datos se desarrollaron modelos que predijeron con exactitud el crecimiento exponencial de los desastres climáticos y geodinámicos, lo que hoy se confirma con las observaciones actuales.
- Valor analítico en el ámbito de la ecología: la investigación profunda de las propiedades del nanoplástico reveló su característica fisicoquímica única: la capacidad de acumular y retener durante largo tiempo una carga electrostática. Esto permitió explicar los mecanismos de su penetración en las células biológicas y las consecuencias sistémicas para la salud humana y los ecosistemas, sentando las bases para comprender las vías de solución de esta amenaza.
- Análisis de riesgos geodinámicos: la evaluación integral de los datos sobre la pluma magmática Siberiana permitió prever la fase crítica de su actividad y sus potenciales consecuencias planetarias, así como proponer una solución en forma de desgasificación.
Esto es solo una pequeña parte de los resultados de la labor de investigación de ALLATRA, que están disponibles para el público en una serie de informes analíticos en la página oficial del Movimiento. Al familiarizarse con ellos, cada persona puede obtener una visión integral y científicamente verificada de las causas y la magnitud de las crisis geodinámicas, climáticas y ecológicas.
De este modo, basándose exclusivamente en datos verificables, observaciones empíricas y análisis interdisciplinario, ALLATRA aporta una contribución significativa a la formación de una visión científica objetiva. Este enfoque está inspirando un cambio notable dentro de la comunidad científica global hacia la interdisciplinariedad, el análisis integrador y las formas convergentes de investigación.
Surge una nueva ética científica —la ética de la responsabilidad epistemológica— en la que la prioridad no es conservar el statu quo académico, sino encontrar soluciones efectivas para proteger la vida, el clima y un futuro sostenible. Precisamente en este contexto se manifiesta el gran valor humanitario y estratégico del ejemplo dado por ALLATRA: la ciencia, al volver a sus fundamentos genuinos, se convierte una vez más, ante todo, en un instrumento de protección de la vida y del futuro de la civilización humana.
Trabajo en derechos humanos y esfuerzos por superar la división
La comprensión de la profundidad de la crisis sistémica y de la importancia de la resiliencia de las instituciones sociales impulsa a los participantes del Movimiento Internacional Social ALLATRA a la defensa activa de los valores democráticos fundamentales. Pues sin una base jurídica sólida y sin el respeto a los derechos y libertades humanas es imposible crear un fundamento estable para una respuesta justa y sostenible a los desafíos globales.
En una época de creciente polarización, el Movimiento actúa como catalizador de la solidaridad global, promoviendo de manera constante las ideas de diálogo intercultural e interreligioso como base de la respuesta conjunta a los retos de nuestro tiempo. ALLATRA defiende activamente la libertad de expresión y el acceso a la información —condiciones fundamentales para un desarrollo sano y sostenible—, lo cual se alinea con los objetivos de la ONU y contribuye al fortalecimiento de la comunidad ciudadana global.
Esta labor en defensa de los derechos humanos toma forma concreta a través de interacciones dirigidas al más alto nivel internacional. Durante encuentros con representantes de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) y de la Oficina de Asuntos de Fe de la Casa Blanca, la presidenta del Movimiento presentó informes analíticos sobre las persecuciones contra los participantes de ALLATRA, iniciadas por estructuras anticulto rusas que representan una amenaza para la seguridad internacional.
La importancia de esta interacción radica en atraer la atención de las agencias federales de EE. UU. hacia las violaciones sistemáticas de los derechos y libertades humanas por parte de las estructuras anticulto, que obstaculizan la difusión de investigaciones científicas, suprimen la libertad de expresión, la libertad religiosa y los derechos democráticos de los ciudadanos. La contribución de ALLATRA consiste en aportar numerosos hechos claros y documentados sobre el papel destructivo de la red anticulto, que pueden servir de base para su consideración en audiencias del Congreso de EE. UU.
Al internacionalizar este problema, los participantes del Movimiento llaman la atención sobre la necesidad de poner fin a las actividades de las redes anticulto destructivas, que socavan de manera sistemática las libertades fundamentales. Es especialmente preocupante el papel desmovilizador que desempeñan estas redes ante la escalada de catástrofes globales. Sus actividades conducen a la supresión de la acción pública y obstaculizan la difusión de información vital, necesaria para la toma de decisiones oportunas y eficaces. Las acciones de los participantes de ALLATRA para visibilizar este problema desempeñan un papel importante en la protección de la seguridad informativa internacional y en el fortalecimiento de la resiliencia de las sociedades democráticas frente a las amenazas comunes.
Causas de la persecución al Movimiento y campañas para desacreditarlo
Con pesar debe señalarse que la labor del movimiento ALLATRA se enfrenta a una oposición organizada por parte de determinadas estructuras rusas. Durante más de una década se ha llevado a cabo una campaña dirigida a su descrédito, cuyo principal impulsor es la Asociación Rusa de Centros para el Estudio de Religiones y Sectas (RACIRS), bajo la dirección de Alexander Dvorkin. Esta organización inició un ataque informativo de gran escala contra los participantes del Movimiento, utilizando sus extensas redes de influencia en los medios de comunicación y en los organismos de seguridad.
La motivación de esta oposición radica en el intento de ciertos círculos de poder rusos de restringir la difusión de información sobre la amenaza de la pluma magmática Siberiana, que presenta un alto riesgo de erupción con consecuencias catastróficas para todo el planeta. La ampliación del acceso a estos datos genera riesgos para ciertas estructuras rusas vinculadas a la distribución de recursos y de poder, ya que el reconocimiento de la amenaza implicaría para ellas no solo pérdidas reputacionales, sino también pérdidas financieras personales.
Como resultado, estas fuerzas lanzaron una campaña dirigida a la deshumanización de ALLATRA, cuyo desenlace fue el reconocimiento del Movimiento en Rusia como “organización indeseable” en 2023 y su posterior inclusión en la lista de organizaciones extremistas en junio de 2025. Estas decisiones constituyen un absurdo jurídico y lógico respecto a un movimiento internacional que ha recibido la Bendición Apostólica del Papa y que goza de una alta credibilidad en el ámbito internacional.
Acciones de este tipo demuestran la sustitución del interés público por el beneficio personal, cuando la decisión de prohibir la actividad de todo un movimiento internacional se toma en favor de los intereses de un reducido grupo de personas. Esto ilustra claramente la ausencia en Rusia de instituciones democráticas capaces de oponerse a semejante arbitrariedad. La difusión fuera de Rusia de narrativas que desacreditan al Movimiento, construidas siguiendo los patrones de la RACIRS, debe considerarse un aspecto de la guerra cognitiva de una dictadura contra los valores democráticos, donde los intereses privados se oponen al bienestar de la humanidad y a las iniciativas internacionales para proteger a las personas y al planeta.
El contexto histórico permite comprender más a fondo la naturaleza de esta confrontación. La resistencia a los hechos científicos recuerda a los intentos de rechazar el sistema heliocéntrico de Copérnico, cuando la oposición a sus descubrimientos no surgió por falta de pruebas, sino porque amenazaban el estatus y la influencia de quienes se beneficiaban del antiguo paradigma. Tanto en el pasado como hoy, los motivos de los “perseguidores” siguen siendo pragmáticos: miedo a perder control, recursos y estatus, respaldado por intereses corporativos.
De manera análoga se explica la insuficiente respuesta internacional a la amenaza del nanoplástico, que los participantes de ALLATRA plantean activamente en el espacio público. A pesar del creciente número de publicaciones científicas sobre las propiedades nocivas del nanoplástico, la magnitud de su daño continúa subestimada debido a la inercia en la percepción. Las amenazas que no pueden verse a simple vista a menudo se perciben como abstractas. Recuerden cómo el descubrimiento de Ignaz Semmelweis sobre la desinfección de manos, que redujo drásticamente la mortalidad materna, fue rechazado por la comunidad médica precisamente porque las bacterias no podían observarse sin microscopio, al igual que el nanoplástico en la actualidad. Sin embargo, su invisibilidad no disminuye su peligrosidad.
Los científicos contemporáneos disponen de datos convincentes sobre la realidad de la amenaza del nanoplástico. Del mismo modo que en su momento el reconocimiento de la existencia de los microbios supuso un avance revolucionario en la medicina, hoy se requiere integridad científica y responsabilidad epistémica para responder adecuadamente a este nuevo desafío.
Estas paralelas históricas subrayan el imperativo humanista central: el valor de la vida humana y la supervivencia de la civilización deben prevalecer sobre la protección de intereses corporativos, carreras políticas o reputaciones académicas.
A la luz de estos desafíos, la defensa por parte de ALLATRA de su derecho a la actividad constituye la defensa de los derechos fundamentales de toda la sociedad civil: la libertad de debatir abiertamente los problemas globales, el derecho de las comunidades científicas independientes a realizar investigaciones sin interferencias y el derecho de las personas a la autodeterminación en cuestiones de supervivencia y futuro. De este modo, el movimiento ALLATRA actúa como un defensor fiable de las libertades democráticas, resistiendo los intentos destructivos contra estos cimientos del mundo civilizado.
El valor estratégico del movimiento ALLATRA a nivel global e individual
En conclusión, quisiera formular de manera coherente el valor fundamental de ALLATRA para nuestro futuro común. Su importancia se manifiesta en dos niveles interconectados: global e individual.
Nivel global
En el nivel global, el Movimiento cumple una función única como sistema de alerta temprana para la humanidad. Mientras muchos sistemas de gestión, limitados por la fragmentación y la burocracia, no logran evaluar adecuadamente los riesgos existenciales, la sociedad civil, en forma de ALLATRA, ha asumido esta misión. Son los ojos y oídos de la humanidad, que ven y escuchan lo que no es detectado dentro de los mecanismos de respuesta existentes. El valor de la actividad multidimensional de ALLATRA no radica solo en el diagnóstico, sino también en su enfoque integrador e interdisciplinario único, dotado de una precisión predictiva sin precedentes.
Las soluciones desarrolladas por el Movimiento (desde la neutralización del nanoplástico hasta la desgasificación controlada) son instrumentos concretos que pueden integrarse en las estrategias internacionales para prevenir catástrofes ecológicas y geodinámicas.
El análisis de riesgos presentado por la comunidad científica de ALLATRA permite que a nivel internacional se tomen decisiones fundamentadas para proteger a la población y la infraestructura, así como para elaborar estrategias orientadas a garantizar la seguridad a escala global y regional.
Al mismo tiempo, ALLATRA cumple de manera eficaz la función de “puente” entre mundos que desesperadamente se necesitan entre sí: la ciencia, la política, la religión y la sociedad. Los representantes del Movimiento traducen los complejos datos científicos al lenguaje de riesgos concretos para la seguridad nacional, al lenguaje del deber humanitario, al lenguaje de la responsabilidad personal de cada individuo. Hablan con los congresistas en el lenguaje de la seguridad nacional, con los militares en el de la defensa civil, y con los médicos en el de la epidemiología.
De este modo, la interacción de los participantes de ALLATRA con las instituciones globales no constituye un ejercicio de lobby, sino un sistema racional de respuesta ciudadana urgente ante la crisis existencial. Esta actividad funciona como un modelo práctico de superación del bloqueo informativo, artificialmente creado por fuerzas destructivas, y de transmisión de conocimientos subestimados pero críticamente importantes a los responsables de la toma de decisiones, para la pronta elaboración de medidas adecuadas de respuesta al desafío existencial contemporáneo.
Nivel individual
En el nivel individual, ALLATRA brinda a la persona aquello de lo que carece el mundo ansioso de hoy: sentido, esperanza y una herramienta para la acción.
- Ofrece una visión clara, lógica y científicamente fundamentada del mundo, que libera del miedo paralizante ante lo desconocido y el caos.
- Da esperanza, mostrando que la solución existe, es alcanzable y está en nuestras propias manos: en la superación de la división y en la promoción del diálogo internacional.
- Y proporciona herramientas concretas y prácticas que permiten a cada persona, sin importar su profesión, edad o lugar de residencia, aportar una contribución real a la causa común de enfrentar los desafíos globales.
Como resultado, tanto a nivel individual como global, se supera la impotencia aprendida, se produce la transición de la preocupación pasiva a la acción activa, y la soledad da paso a la pertenencia a la comunidad mundial y a la participación práctica en la solución de problemas globales.
ALLATRA ayuda a las personas a darse cuenta del profundo valor y la importancia de su vida. Les brinda una comprensión práctica de que no son meramente sujetos de supervivencia, sino una parte crucial, significativa e integral de la sociedad y del mundo en su conjunto.
En esto radica el valor único de ALLATRA. No es solo un movimiento. Es un camino científicamente fundamentado hacia la supervivencia de la civilización, donde la acción de cada participante es un ladrillo en los cimientos de nuestro futuro común.
Estoy profundamente convencido de que ALLATRA es la prueba práctica de que la unificación de las personas sobre la base del conocimiento y de los valores humanos fundamentales no es una utopía, sino una necesidad práctica. Sí, las investigaciones del Movimiento realmente se adelantaron a su tiempo, y nuestra tarea es usar esta ventaja como un don, antes de que sea demasiado tarde.
Discurso de clausura y llamado a la cooperación, al diálogo y a la protección
Estimados colegas, damas y caballeros, amigos, hemos llegado a un momento de verdad. Podemos seguir ignorando las señales alarmantes, refugiándonos en paradigmas habituales y observando cómo nuestro mundo se sumerge en el caos. O bien, podemos mostrar sabiduría colectiva, valentía y visión estratégica.
Les invito a ver al movimiento ALLATRA como un don invaluable para la humanidad. Hoy tenemos ante nosotros una comunidad global de ciudadanos altamente motivados y competentes que ya están desempeñando de manera desinteresada funciones vitales para la sociedad:
En primer lugar, es un sistema único de alerta temprana. Sus investigaciones identifican riesgos existenciales con la anticipación, lo cual es fundamental para salvar vidas.
En segundo lugar, es una plataforma diplomática informal. Los voluntarios restablecen el diálogo donde se había roto y conectan a quienes deben estar conectados para la toma de decisiones. En una era de polarización, esos puentes entre la ciencia, la política y la sociedad civil son invaluables.
En tercer lugar, es un catalizador de la resiliencia social. La actividad de los participantes de ALLATRA fortalece el tejido de la sociedad global, aumentando nuestra capacidad colectiva de resistir futuras conmociones.
Seguimos destinando billones a armamento y a la gestión de las consecuencias de desastres, mientras que a nuestro lado actúa un Movimiento único, que ofrece soluciones concretas y viables. Lamentablemente, su potencial sigue subestimado. Pasamos por alto la magnitud del valor que la iniciativa ALLATRA ya representa y puede representar en el futuro.
Por eso, el objetivo de mi declaración de hoy es atraer su atención a la verdadera esencia de este Movimiento. Es importante adoptar una visión más amplia y reconocer tanto la contribución ya realizada como las posibilidades que se abren ante nosotros mediante un compromiso más profundo.
Si no empezamos a afrontar los desafíos existenciales ahora, pronto podría no quedar nadie que libre guerras ni nadie que elimine las consecuencias de las catástrofes que amenazan la propia existencia de la vida en la Tierra. Ha llegado el momento de escuchar a quienes ofrecen un camino para preservar nuestro futuro común.
Estoy convencido de que apoyar la labor de ALLATRA hoy es la inversión más sensata y provechosa en la prevención de crisis. No se trata de dinero, sino de cooperación, diálogo y protección.
Y hago un llamado a una cooperación activa en todos los niveles.
Fortalecimiento de la voz y del estatus en las estructuras internacionales
El movimiento ALLATRA ya demuestra su valor a través de la interacción con diversas instituciones. Sin embargo, su voz necesita ser reforzada y reconocida oficialmente en las plataformas de más alto nivel. Hago un llamado a otorgar al Movimiento el estatus de observador y de experto en los principales órganos de la ONU y en foros internacionales especializados. Esto reforzará su capacidad de transmitir información de importancia crítica a la comunidad internacional directamente a quienes toman decisiones, y contribuirá al fortalecimiento del ecosistema global de seguridad.
Investigaciones interdisciplinarias
Propongo iniciar una interacción interdisciplinaria a nivel internacional con el fin de profundizar en el análisis de los datos científicos y de los pronósticos presentados por los investigadores de ALLATRA. Esto podría generar las condiciones necesarias para integrar los desarrollos más prometedores en la práctica internacional de respuesta a las crisis.
Protección
Hago un llamado a garantizar la protección de los participantes del movimiento ALLATRA frente a persecuciones de carácter político. En los lugares donde la democracia está reprimida y la tiranía prospera, su labor para salvar vidas se convierte en un acto de valentía que exige nuestra solidaridad.
Ignorar el fenómeno ALLATRA significa manifestar ceguera estratégica. Oponerse a ello es declarar la guerra al propio sistema inmunológico de la humanidad, que desesperadamente intenta sanarse a sí misma. El único camino racional y responsable es la cooperación y el diálogo.
Toda mi vida he creído en la fuerza del diálogo. Hoy los insto a participar en el diálogo más importante de nuestra historia: el diálogo sobre la supervivencia. A través del movimiento ALLATRA, la propia humanidad nos tiende la mano. ¿Responderemos a este llamado?
En el mundo actual, donde cada palabra y cada acción cuentan, siento la responsabilidad de no permanecer al margen. Es mi deber moral unirme a las actividades del movimiento ALLATRA, una comunidad de personas solidarias, sensatas y honestas, unidas por un sentido común de responsabilidad por el destino de la humanidad y por el compromiso de protegerla.
Para mí es un gran honor convertirme en representante honorario del movimiento ALLATRA y contribuir a que esta voz sincera y oportuna de la conciencia de la sociedad, sea escuchada.
Estoy convencido de que el futuro de la humanidad no depende de cuánto nos aferremos a los dogmas antiguos y obsoletos, semejantes a ramas secas que ya no dan fruto en el árbol de nuestra vida. Debemos, en cambio, nutrir los brotes jóvenes. Nuestro futuro depende de la rapidez con la que aprendamos a ver, valorar y sostener los nuevos y vivos brotes de esperanza. Y el Movimiento Internacional Social ALLATRA es, sin duda, uno de los más prometedores entre ellos.
Los participantes del movimiento ALLATRA son la vanguardia de la sociedad civil global. Son personas que no esperan a que otros actúen. Han asumido la responsabilidad por nuestro futuro común y, utilizando sus competencias profesionales y su tiempo personal, construyen puentes allí donde otros levantan muros.
Me dirijo a todos los pensantes y responsables: no debemos permanecer al margen cuando está en juego el futuro de nuestras familias, de nuestros descendientes y de toda la humanidad. Hoy, más que nunca, hacen falta quienes estén dispuestos a actuar por el bien común.
El tiempo de la observación pasiva ha terminado. El tiempo de esperar que alguien más resuelva nuestros problemas se ha ido para siempre. Hoy la misma historia de la humanidad nos plantea una pregunta: ¿continuará o se detendrá a causa de nuestra inacción, insensibilidad e inhumanidad? Y la respuesta a esta pregunta se encuentra en el corazón de cada uno de nosotros.
Cuando poseen un conocimiento científico verificado sobre una amenaza inminente y ven que a nivel internacional no existe una respuesta adecuada, ¿qué les dice su corazón? Si les impulsa a ponerse del lado del futuro de la humanidad, entonces —guiados por su sentido de responsabilidad y por los medios a su alcance— ¡apoyen al Movimiento Internacional Social ALLATRA, esta noble iniciativa que brinda esperanza de un futuro digno para nuestros hijos y nietos!
Hoy vivimos en una época sin precedentes, en el que a cada uno de nosotros, dentro de sus capacidades, se le ofrece la oportunidad de aportar al futuro común. Este tiempo nos exige no permanecer al margen, porque el destino de la humanidad depende de la participación de cada persona.
Es importante comprender que el sentido común y una mirada sobria, libre de sesgos, sobre los acontecimientos y las crecientes amenazas comunes, requieren involucramiento. Permanecer al margen significa traicionar el futuro de nuestros propios descendientes. Ninguna persona sensata tiene derecho a ignorar la realidad en la que ya hemos entrado. De lo contrario, corremos el riesgo de privar de futuro a aquellos por quienes vivimos y trabajamos.
Me dirijo a todos los que tienen corazón y razón: no permanezcan indiferentes a mis palabras. Aporten su contribución posible a la causa común, por el futuro de sus propios hijos y nietos. No les priven de ese futuro.
Si en su corazón viven el amor y el cuidado por sus descendientes, no permanezcan indiferentes a su destino. Apoyen al movimiento ALLATRA y sus iniciativas: ellas brindan la posibilidad de supervivencia y prosperidad para toda la humanidad.
Y me dirijo, en particular, a la comunidad científica y a los responsables de la toma de decisiones, instándolos a reconocer el hecho de que hoy el movimiento ALLATRA posee un valor clave no solo como plataforma de diálogo internacional, sino, ante todo, como generador de iniciativas científicas que se han adelantado significativamente a su tiempo. Recuerdo que ya hace dos décadas el núcleo investigador del Movimiento identificó la naturaleza destructiva del nanoplástico, señaló el crecimiento exponencial de los desastres climáticos, advirtió sobre la amenaza crítica que representa la pluma magmática Siberiana proponiendo un mecanismo de desgasificación controlada, y ofreció una demostración bien fundamentada del carácter sistémico de la policrisis impulsada por la interacción de factores geodinámicos, climáticos y medioambientales. Y hoy, el paradigma científico existente apenas comienza a acercarse a estas mismas conclusiones.
Por ejemplo, solo a partir de la década de 2010 empezaron a aparecer en la comunidad académica publicaciones dedicadas al estudio de la carga superficial del nanoplástico y de su peligro potencial. Mientras tanto, los científicos de ALLATRA ya mucho antes habían prestado atención a estas propiedades específicas y planteado la cuestión de posibles formas de neutralizarlas con el fin de aumentar la seguridad ecológica y biológica.
Una década de ignorar las investigaciones y previsiones de ALLATRA representa una pérdida de oportunidad sin precedentes para la acción preventiva, lo que no ha hecho sino profundizar las crisis a las que hoy nos enfrentamos.
Por eso, hoy hago un llamado a la acción: reconocer la gran relevancia y aplicabilidad de las investigaciones de ALLATRA y crear las condiciones para su integración en el discurso científico internacional. La era de la competencia académica debe dar paso a una era de cooperación frente a las amenazas existenciales.
Me dirijo directamente a los responsables de la toma de decisiones, instándolos a abandonar la práctica de reprimir las iniciativas científicas y a reconocer que, en el mundo actual, existen fuerzas intelectuales capaces de adelantarse a los paradigmas científicos arraigados. Las investigaciones y soluciones propuestas por ALLATRA no son un asunto de competencia, sino una herramienta para la supervivencia de la civilización, que debe recibir apoyo tanto en las estrategias nacionales como internacionales.
La historia no nos juzgará por los títulos, sino por la capacidad de escuchar a quienes se adelantaron a su tiempo. Los logros de ALLATRA no son motivo de confrontación, sino el fundamento para el futuro que debe ser acogido con gratitud. El futuro nos exige no solo intelecto, sino también el valor de reconocer el valor del conocimiento científico, incluso cuando proviene de una fuente inesperada.
No permitan que el orgullo silencie la voz de la razón, eso pondría en riesgo a toda la humanidad. Hoy nos enfrentamos realmente a la amenaza más peligrosa de la historia de la humanidad. Y en esta situación me dirijo a ustedes: apoyen el curso de la historia para que continúe y no se interrumpa por el mal uso del poder en favor de la inacción. Actúen como creadores por el bien de nuestro futuro común.
Debemos recordar que el futuro no está predeterminado. Somos nosotros —a través de nuestra razón y de nuestro corazón— quienes lo definimos.
Atentamente,
Jeque Dr. Rafa Halabi, de la comunidad drusa en el Monte Carmelo, Israel